Trabajador en Fucoda

Parecía imposible...

En los 80, los entornos informáticos estaban dominados por gigantescos ordenadores denominados “Mainframes” que realizaban todos los cálculos y transacciones de las grandes corporaciones.

La forma de interactuar con estos grandes sistemas era a través de terminales compuestos por un teclado y una pantalla monocromo, normalmente de fósforo verde, con los cuales, el operador podía introducir sus órdenes y esperar la respuesta de la computadora principal.

Las grandes corporaciones bancarias, aseguradoras, energéticas, además de las administraciones públicas, implantaban este tipo de sistemas, obligando a cambiar la forma de interactuar con ellos de sus proveedores, al igual que desde la aparición de internet, ha cambiado la forma de comunicación con los clientes.

Al amparo de este cambio, surgieron empresas de servicios que realizaban los procesos mecanizados, capturando la información requerida por las distintas compañías y trasladando la misma a los distintos formatos digitales, que solían incluir tarjetas perforadas y cintas magnéticas complicadas de manejar.

Este entorno tecnológico era muy poco amigable para las personas con discapacidad, ya que involucraba entornos cerrados imposibles de adaptar, materiales muy analógicos y pesados.

A principios de los 90, Fucoda comenzó su andadura en el mundo de la captura de datos los sistemas de intercambio de información ya incluían líneas de comunicaciones o discos magnéticos. Diversos colectivos de personas con discapacidad comenzaron a trabajar en estos entornos, consiguiendo una especialización que les ayudó en los principios de su etapa laboral. Sin embargo, seguía siendo una barrera para personas con discapacidad visual  lo que restringía oportunidades laborales en este  creciente mercado laboral.

Estos sistemas, muy pensados para conseguir altas productividades en entornos de captura de datos, eran muy poco flexibles permitiendo realizar sólo proyectos de captura de datos desde papel, sin poder aplicar tecnologías de procesamiento de imagen ni otras adaptaciones que permitieran la incorporación de todas las personas a nuestro entorno productivo.

Es a mediados de la década pasada cuando la tecnología dio un vuelco muy importante y se comenzaron a utilizar técnicas de procesamiento de imagen que ayudaron, no sólo a aumentar la productividad, sino a permitir la posibilidad de adaptar el entorno laboral a todo tipo de discapacidades incluidas las sensoriales.

Fucoda comenzó a trabajar sobre la idea de construir actividades complementarias con el fin de ofrecer a sus clientes servicios de Outsourcing completos enfocados a la Gestión Documental. Esta transformación requería, no sólo de mayor cualificación de nuestro personal, sino que nuestro entorno de producción fuera mucho más versátil para hacer cosas muy distintas. Por ejemplo, la captura de información podría realizarse directamente sobre los sistemas del cliente, o utilizando tecnologías de OCR sobre las imágenes capturadas, etc. Fucoda pasó  de ser capturador de información a dar un paso más y, además de recoger la información de los documentos, tratarla y hacer cosas con ella antes de devolver dicha información en el formato digital requerido por nuestros clientes.

Para hacer esto, al igual que el resto de empresas del sector, fuimos sustituyendo los sistemas exclusivos de entornos de captura de datos, por PCs multipropósito, donde podíamos personalizar todo nuestro tratamiento de las imágenes capturadas por los escáneres de alta producción. Pasamos de tratar papel a tratar imágenes, de capturar información en pantallas pequeñas y de un solo color, a capturar lo que los modernos sistemas de OCR no habían podido automatizar, utilizando técnicas sobre la imagen.

Además de la mejora productiva comentada, la inclusión del PC como herramienta de trabajo lleva consigo la posibilidad de introducir las adaptaciones visuales en el puesto de trabajo. Zoom especiales, monitores de mayores proporciones, aplicaciones de lectura de pantalla, etc. pasaban a formar parte del abanico de herramientas disponibles con los que los trabajadores podrían ayudarse para desempeñar su función.

De esta manera, lo que parecía imposible hace unos años, que una persona con discapacidad visual pudiera capturar datos, bien desde el papel, bien desde la imagen mostrada en pantalla, con los mismos ritmos productivos que el resto de compañeros, pasa ahora a ser una realidad.

FUCODA, siguiendo los objetivos de la Fundación ONCE, de seguir explorando oportunidades de empleo para personas con discapacidad , ha participado en un proyecto para la integración laboral del colectivo de personas sordo ciegas. Haciendo una prueba operativa a una persona sordo ciega en un puesto de trabajo en el área de Gestión Documental, con un programa inicial de adaptación de 6 días, en la que una mediadora la ayudó a comunicarse con sus responsables y compañeros y a conocer las metodologías de trabajo de Gestión Documental, familiarizándose con el manejo de un escáner en un entorno productivo, se formó en el uso de las herramientas de captura de datos, utilizando ZOOM Visual sobre la imagen, siendo capaz de realizar las tareas que se le encomiendan y con una productividad acorde con los estándares del sector. El resultado ha sido completamente satisfactorio.

En la actualidad, esta persona está completamente integrada en la plantilla productiva de Fucoda, formada por 540 personas, de las cuales más de 400 son personas con discapacidad.

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