Imagen de la parte del cuerpo de una mujer con una botella de agua, llaves y un móvil en las manos, detrás un campo verde difuminado

Consejos para aumentar tu atención al volante: si conduces, bebe agua

Por Javier Cabanas, director del área de Conducción de ILUNION Seguridad

Cuando vamos a realizar largos desplazamientos en verano, solemos planificar el viaje: el descanso de la noche anterior, el  horario idóneo para evitar atascos, la ruta a seguir  o  incluso las paradas a realizar, pero lo que en muchas ocasiones no tenemos en cuenta es la necesidad de una correcta hidratación durante el trayecto. No sólo del conductor, también del resto de los ocupantes del vehículo, sobre todo si hablamos de niños o personas mayores. Un descenso del 2% del nivel de agua en nuestro organismo puede provocar una pérdida momentánea de la memoria y disminución de la atención.

Conducir sin estar correctamente hidratado puede generar mareos, somnolencia, fatiga y dificultad para el cálculo de las distancias. Si tenemos en cuenta que la somnolencia y la fatiga están presentes, de forma directa o indirecta, en un porcentaje muy elevado de accidentes con víctimas mortales, nos hacernos una idea de la gravedad del problema.

Los expertos recuerdan que la deshidratación hace que los conductores cometan el doble de errores, es más, algunos comportamientos serian extrapolables a la conducción bajo los efectos del alcohol: irritabilidad, disminución del estado de alerta, mala concentración, etc.

Los principales síntomas de la deshidratación son: boca seca, sensación de cansancio y dolor de cabeza. No debemos esperar a tener sed para beber, lo haremos de forma rutinaria a lo largo de todo el trayecto, recomendándose el consumo de agua. Es muy importante tener en cuenta:

  • A los niños y a las personas mayores tenemos que proporcionarles agua durante el viaje porque en muchas ocasiones no sienten la necesidad de beber y no lo manifiestan.
  • Si notamos cansancio y recurrimos al café o las bebidas energéticas, hemos de ser conscientes de  que  estas bebidas no solucionan el problema y si pueden enmascararlo, con el consiguiente riesgo que conlleva. A la más leve señal de cansancio o somnolencia, buscaremos una zona segura donde estacionar el vehículo y descansaremos el tiempo necesario.
  • Para evitar la deshidratación, aparte de la ingesta de líquidos, es aconsejable que la temperatura en el interior del vehículo sea la adecuada, entre 22º  y 24º.
  • Un uso inadecuado del Aire Acondicionado puede provocar un ambiente enrarecido en el interior del vehículo, con aire seco y bajos niveles de humedad.
  • Si se está tomando algún medicamento, hemos de cerciorarnos de que no sea diurético o que pueda  bloquear el mecanismo de la sed.
  • Sustituir la comidas copiosas por otras más ligeras y con presencia de verduras y frutas, hará que el riesgo de sufrir deshidratación, disminuya.

En definitiva, algo tan sencillo como beber agua frecuentemente durante la conducción, posibilitará que el viaje sea más placentero y sobre todo, más seguro.

 

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