Una persona con un traje aluminizado observa de cerca un río de lava

Preparados para acercarse al volcán

Por Jesús Izquierdo Gómez de la Torre, responsable del Centro de Formación contra Incendios y Emergencias.

La erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla de la Palma, en Canarias, ha rescatado del olvido conceptos aprendidos en la escuela y que habíamos guardado en el baúl de la memoria, como magma, lava, cráter. En la pantalla, la erupción se antoja hermosa e hipnótica, tanto, que muchas personas olvidan las durísimas consecuencias para quienes viven en sus aledaños, que han perdido sus hogares y con ellos, los recuerdos de toda una vida.

También ha rescatado del olvido una profesión de la que se habla en momentos puntuales: La vulcanología. Es ahora, en plena erupción, cuando expertos en la materia han de acercarse a la boca del volcán, a los ríos de lava, para tomar datos en tiempo real y poder realizar estudios exhaustivos que ayuden a conocer su funcionamiento y mejorar los planes de evacuación en próximas ocasiones.

Para realizar esta aproximación, es necesario vestirse con un traje aluminizado, que, funcionando como un espejo, refleje las ondas electromagnéticas de la radiación producida por el calor de la lava, que oscila entre 850 y 1.200 grados centígrados. Este tipo de indumentaria lleva varias capas de tela de alta tecnología, como las aramidas y las para-aramidas, que aíslan al interviniente del calor conductivo y convectivo del volcán. Son capaces de soportar temperaturas de hasta 1.600, 1.700 grados de temperatura.

Además de llevar varias capas, el traje está compuesto de un casco integrado en una envoltura aluminizada, para evitar lesiones por el impacto de proyectiles incandescentes lanzados por el volcán, y con una pantalla cubierta de una fina capa de oro que permite reflejar la radiación y poder ver sin quemarse el rostro.

Asimismo, al ser super aislante del calor, no debe doblarse, pues, cualquier fisura o rotura de la capa externa aluminizada, rompería la protección térmica y quemaría a la persona que lo porta. No obstante, el tiempo máximo que se puede estar cerca de la lava con este tipo de vestimenta es de unos diez minutos, dependiendo de la proximidad a la fuente de radiación. Tras este tiempo, la persona que lo lleva debe alejarse para enfriarse antes de volver a acercarse.

Estos trajes no solo están indicados para casos como el de Cumbre Vieja, sino para fuegos especialmente complicados, como los de una plataforma petrolífera, un accidente aéreo o de origen químico (para los que existen trajes aún más específicos) y para los que impartimos formación especializada, tanto en nuestra Escuela de Fuego y Conducción, como en nuestro instituto de FP Vigiles, en Brunete, que ofrece además titulación reglada en los grados medio y superior de Emergencias y Protección Civil.

Porque la seguridad no es un juego y el fuego no es un espectáculo, en ILUNION nos tomamos muy en serio la preparación en emergencias y protección civil, tan necesaria e importante.

 

 

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