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La estacionalidad turística en España: qué es, cómo afecta y soluciones para combatirla

Según datos del INE (Abre en nueva ventana), en 2022 fueron cerca de 72 millones de turistas los que visitaron nuestro país, pero ¿todos los turistas viajan en las mismas fechas?

Si asociamos los términos de turismo a vacaciones, debemos recordar la definición de este último: “Periodo en el cual las personas que estudian o trabajan, suspenden temporalmente sus obligaciones.” Las vacaciones están asociadas al descanso, el ocio y el turismo; lo que lleva a concluir que en la mayoría de los casos estos términos van asociados, y por ende, normalmente, las personas viajan en las mismas fechas del año.

De esta conclusión, surge hablar de la estacionalidad turística, situación que parecía tender a desaparecer tras la crisis sanitaria del COVID, pero que más de 3 años después, sigue siendo una de las principales problemáticas del turismo en España.

 

¿Qué es la estacionalidad turística?

Según el diccionario del turismo (Abre en nueva ventana), se entiende por estacionalidad al “...fenómeno que se registra en los destinos turísticos cuando la oferta está sujeta a demanda irregular produciendo lapsos de demandas baja y alta”, lo que conlleva a un exceso de turistas en determinadas épocas del año.

Son muchos los factores que influyen a las personas a querer viajar en un momento determinado, algunos de ellos son:  

  • Climatología: Es uno de los factores más valorado a la hora de elegir fecha y destino para un viaje, teniendo en cuenta las temperaturas y meteorología de cada zona. Por ejemplo, se viaja más en verano a Andalucía, y en invierno a Los Pirineos.  
  • Festividades y eventos: Eventos especiales, festivales y celebraciones pueden atraer grandes cantidades de turistas en momentos específicos del año. Por ejemplo, las fiestas del Pilar, atraen a muchos turistas en Zaragoza, o Las Fallas en la ciudad de Valencia.
  • Vacaciones escolares: Las vacaciones escolares suelen coincidir con un aumento en la demanda de viajes familiares, en épocas como verano, puentes o navidades.  
  • Factores económicos: La situación económica de las personas, así como campañas de promoción y descuentos en determinados destinos, incentivan viajar en determinados períodos.
  • Actividades estacionales: Algunas actividades solo se pueden llevar a cabo en ciertas estaciones, como deportes de invierno o playas en verano.  

Estos factores pueden variar según el destino y la región, pero para las cadenas hoteleras es fundamental conocerlos y tenerlos en cuenta de cara a que no influyan negativamente en exceso en su negocio.

 

¿Qué tienen en cuenta los turistas para viajar en un momento u otro? 

Los turistas no eligen sus fechas de viaje al azar. Existen múltiples factores que influyen en su decisión, y conocerlos es clave para combatir la estacionalidad turística. Adaptar la oferta a estos elementos permite a los destinos atraer visitantes fuera de la temporada alta. Entre los aspectos que más se valoran destacan:

  • Clima y condiciones meteorológicas: muchos prefieren viajar en estaciones templadas o evitar épocas de lluvia.
  • Precios y ofertas: los costes de transporte y alojamiento influyen notablemente en la elección del momento del viaje.
  • Eventos culturales o festivos: fiestas locales, festivales y celebraciones actúan como imanes turísticos.
  • Disponibilidad laboral y escolar: vacaciones laborales o escolares condicionan la planificación.
  • Afluencia de otros turistas: algunos buscan evitar aglomeraciones y optan por temporadas más tranquilas.

 

¿Cómo afecta la estacionalidad turística al sector hotelero?

La estacionalidad turística puede tener varios efectos en una región o destino turístico, suponiendo un problema continuo para la industria hotelera y un impacto negativo en diversos sectores. Algunos de los efectos más comunes son:  

  • Impacto económico: la estacionalidad afecta a la economía ya que produce variación de ingresos, generando ingresos significativos durante la temporada alta, pero a su vez, disminuyendo en temporada baja.  
  • Impacto laboral: En muchos destinos turísticos, se crea empleo temporal durante la temporada alta para satisfacer la demanda de turistas, pudiendo llevar a la precariedad laboral.
  • Impacto ambiental: Debido a una alta ocupación en un mismo período de tiempo, los destinos turísticos pueden sufrir aglomeraciones, produciendo el deterioro del patrimonio cultural o daño en el medioambiente.
  • Precios elevados: En las temporadas altas de ocupación, los precios de alojamientos, gastronomía y ocio tienden a aumentar, haciendo que conocer algunos destinos sea más costoso para los visitantes.
  • Retos de planificación y gestión: Los destinos turísticos deben garantizar la oferta de infraestructuras para alojar a un número elevado de visitantes.  

Para abordar estos efectos, muchas regiones buscan diversificar sus ofertas, o desarrollar estrategias con el fin de reducir la estacionalidad, como por ejemplo organizar eventos o ferias fuera de temporada alta, o promocionar actividades turísticas durante todo el año.

 

Impacto económico del turismo estacional

La estacionalidad turística tiene un impacto económico significativo en los destinos, especialmente aquellos altamente dependientes del sector. Durante los meses de alta demanda, se produce un aumento repentino del empleo, los ingresos y la ocupación, pero este crecimiento es temporal y a menudo insostenible. En cambio, en temporada baja, muchos negocios enfrentan pérdidas, despidos o cierres parciales, lo que genera inestabilidad económica y social. Esta desigualdad en la distribución de los ingresos limita la inversión a largo plazo y dificulta el desarrollo de un turismo sostenible. Además, la infrautilización de infraestructuras en ciertos periodos y su sobreexplotación en otros puede comprometer tanto la calidad del servicio como la experiencia del visitante. Por ello, mitigar la estacionalidad no solo mejora la rentabilidad del sector, sino que también promueve un desarrollo más equilibrado y responsable en las comunidades locales.

 

Impacto laboral de la demanda turística en temporada alta

La estacionalidad turística tiene un impacto económico significativo en los destinos, especialmente aquellos altamente dependientes del sector. Durante los meses de alta demanda, se produce un aumento repentino del empleo, los ingresos y la ocupación, pero este crecimiento es temporal y a menudo insostenible. En cambio, en temporada baja, muchos negocios enfrentan pérdidas, despidos o cierres parciales, lo que genera inestabilidad económica y social. Esta desigualdad en la distribución de los ingresos limita la inversión a largo plazo y dificulta el desarrollo de un turismo sostenible. Además, la infrautilización de infraestructuras en ciertos periodos y su sobreexplotación en otros puede comprometer tanto la calidad del servicio como la experiencia del visitante. Por ello, mitigar la estacionalidad no solo mejora la rentabilidad del sector, sino que también promueve un desarrollo más equilibrado y responsable en las comunidades locales.

 

Influencia ambiental por alta ocupación

La concentración masiva de turistas en periodos concretos del año genera una fuerte presión sobre el entorno natural y los recursos locales. Durante la temporada alta, se incrementa notablemente el consumo de agua, energía y alimentos, así como la generación de residuos y emisiones contaminantes. Esta sobrecarga puede afectar negativamente a ecosistemas frágiles, provocar erosión del suelo, deterioro de espacios naturales y pérdida de biodiversidad. Además, infraestructuras como playas, senderos o parques naturales sufren un desgaste acelerado que compromete su sostenibilidad a largo plazo. La alta ocupación también repercute en la calidad del aire y el tráfico, especialmente en destinos que no cuentan con una planificación adecuada. Para mitigar este impacto, es fundamental promover un turismo más equilibrado en el tiempo, que distribuya la demanda y fomente prácticas responsables tanto por parte de los visitantes como de los operadores turísticos.

 

Precios elevados en los destinos turísticos

Durante la temporada alta, los destinos turísticos suelen experimentar un aumento significativo en los precios de alojamiento, transporte, restauración y actividades de ocio. Esta subida responde a la ley de la oferta y la demanda: a mayor afluencia de turistas, mayor es el coste de los servicios. Aunque esto puede beneficiar a corto plazo a los negocios locales, también puede generar una percepción negativa entre los viajeros, especialmente si la calidad del servicio no acompaña al incremento de precios. Además, este fenómeno dificulta el acceso al turismo para ciertos perfiles, como familias o personas con presupuestos ajustados, limitando la diversidad del visitante. En algunos casos, los propios residentes también se ven afectados, ya que el coste de vida puede elevarse temporalmente. Fomentar un turismo más distribuido durante todo el año ayuda a estabilizar precios y a garantizar una experiencia más accesible, sostenible y de mayor calidad para todos.

 

Retos de planificación y gestión de la oferta turística

La estacionalidad plantea importantes desafíos para la planificación y gestión de la oferta turística. Uno de los principales problemas es adaptar los recursos humanos y materiales a una demanda muy variable: durante la temporada alta, se requiere una gran cantidad de personal y servicios, mientras que en temporada baja muchos recursos quedan infrautilizados. Esta fluctuación dificulta la estabilidad laboral y la calidad del empleo en el sector. Además, mantener infraestructuras turísticas que solo se utilizan plenamente unos pocos meses al año representa un coste elevado para administraciones y empresas. La falta de previsibilidad también complica la inversión a largo plazo y la innovación en productos turísticos. Para hacer frente a estos retos, es clave diversificar la oferta, fomentar el turismo en temporada media y baja, e integrar la planificación turística con las estrategias de desarrollo local, priorizando la sostenibilidad y la cohesión social.

 

Soluciones de las cadenas hoteleras para combatir la estacionalidad turística

Diversificación de la oferta: Ofreciendo mayor oferta de actividades para disfrutar en cualquier época del año, como pueden ser conciertos, ferias gastronómicas, eventos deportivos, etc.

  • Descuentos y ofertas especiales: Ofrecer paquetes turísticos y promociones especiales durante la temporada baja.
  • Atraer a nuevos mercados: Encontrar nuevos targets que pueden o deben viajar a lo largo de todo el año: turismo de negocios, IMSERSO, etc.
  • Turismo sostenible: Promover prácticas de turismo sostenible que protejan los recursos naturales y culturales del destino.
  • Uso de tecnología y análisis de datos: El uso de la tecnología puede permitir analizar datos para así comprender las tendencias de viaje, los gustos de los turistas, etc.

En ILUNION Hotels (Abre en nueva ventana) pensamos que cualquier momento es bueno para viajar, creemos que no existe una temporada mejor que otra, y para ello contamos con una amplia oferta de destinos, en los que siempre hay algo que hacer o visitar, sea cual sea la época del año.

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Nuestros hoteles en destinos urbanos como pueden ser Zaragoza, Sevilla o Bilbao (Abre en nueva ventana) ofrecen una oportunidad atemporal para pasar unos días en los que hacer turismo cultural o pasear por las ciudades, con la comodidad de estar alojado en un hotel céntrico.

También ofrecemos disfrutar del turismo gastronómico en ILUNION Hotels como los de San Sebastián (Abre en nueva ventana) o Extremadura (Abre en nueva ventana); y del turismo deportivo o de eventos, en los ILUNION Hotels de Madrid (Abre en nueva ventana), Valencia (Abre en nueva ventana) o Barcelona (Abre en nueva ventana), ciudades para los que no existe una fecha determinada para conocer.

Por supuesto ofrecemos turismo vacacional, enfocado a esas épocas más estacionales, como pueden ser los ILUNION Hotels de Cádiz (Abre en nueva ventana), Menorca (Abre en nueva ventana) o Lanzarote (Abre en nueva ventana).

Además de la oferta turística de nuestros 30 hoteles, ofrecemos un turismo accesible, (Abre en nueva ventana)en el que somos referente y en el que nos preocupamos por que cada persona con discapacidad no se encuentre con ninguna barrera a la hora de viajar.

 

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