¡Fuera estereotipos!

“LOS CENTROS ESPECIALES DE EMPLEO RETORNAN A LAS SOCIEDAD ESPAÑOLA 1,44 EUROS POR CADA EUROS QUE PERCIBEN DE LAS ADMINISTRACIONES PUBLICAS”.

Esta es una de las conclusiones del estudio ‘Presente y futuro de los Centros Especiales de Empleo’, presentado este mes en Madrid por la secretaria de Estado de Empleo y Seguridad Social, Engracia Hidalgo, y nuestro vicepresidente ejecutivo, Alberto Durán.

El estudio, realizado con el objetivo de medir la contribución de los CEE a la riqueza nacional, desvela que en España hay 2.215 CEE, en los que trabajan 71.815 personas, de las cuales cerca del 90% (64.391) tienen discapacidad. Además, han mantenido y creado empleo pese a la crisis, ya que el empleo de personas con discapacidad en los CEE aumentó un 14% entre 2009 y 2011.

El retorno económico indirecto se traduce en el ahorro que conlleva para la Administración pública que las personas con discapacidad estén trabajando; el ahorro para las familias de las personas con discapacidad; los ingresos potenciales que pueden conseguir las familias gracias a que las personas con discapacidad trabajan 8 horas y ellos disponen de más tiempo libre y el ahorro que supone para otro tipo de organizaciones que apoyan a las familias. 

Pero hay que decir que no sólo retornan euros a la sociedad sino que también retornan  los valores que tienen, tenemos, inculcados todas las personas que trabajamos en Centros Especiales de Empleo, como son: la superación, la entrega, la integración, la empatía, la gratitud, el optimismo, el respeto, la asertividad, la colaboración, la solidaridad, la energía, la constancia, la eficiencia, el entusiasmo, la paciencia y  la auto-exigencia.

Todo ello, hace que los CEEs no seamos un lastre económico para la sociedad, que demos más de lo que recibimos, que creemos y mantengamos empleo, y promovamos mejor que nadie, la integración de las personas con discapacidad en la sociedad y estemos comprometidos con la calidad y el medio ambiente.

Esperamos que estudios como este, sirvan para defender las ayudas a la discapacidad como garantía de derechos fundamentales y para apostar, en estos momentos, por políticas que suponen un elemento multiplicador para el beneficio de toda la sociedad.